Una de las principales razones puede ser la accesibilidad. Muchas personas no viven cerca de un casino, o incluso si lo hacen, no está abierto todo el tiempo. Pueden jugar en línea siempre que quieran. Otra cosa que les impide jugar fuera de línea puede ser que tengan hijos y no puedan llevarlos consigo al casino. También puede ocurrir que no tengan tiempo para vestirse y salir, sino que sólo les queden unos minutos libres, como cuando están tumbados en la cama o descansando, y quieran jugar a juegos de casino.
Un casino popular también puede ser una actividad social. Muchos casinos tienen salas de chat donde la gente puede hacer nuevos amigos y hablar con personas que normalmente no conocerían en la vida real. A algunas personas les resulta más fácil chatear en línea que cara a cara, por lo que puede ser una buena experiencia social para ellas.
Jugar online puede ser más barato que hacerlo offline. En algunos casinos puedes jugar gratis, y en otros la cantidad que puedes apostar puede ser mucho menor de lo que esperas. A veces hay ofertas especiales que pueden hacer que sea aún más rentable. A veces los premios también pueden ser mayores, lo que ayuda a que la gente se sienta más inclinada a jugar. A menudo hay promociones, que también ayudan a ahorrar dinero y son muy divertidas.
Probablemente lo que más atrae es la comodidad. El hecho de poder jugar en casa en cualquier momento es una gran ventaja para la mayoría de los jugadores. Muchas personas no viven cerca de un casino y el juego en línea les permite jugar. Jugar en línea puede ser más barato, y las promociones pueden suponer un ahorro aún mayor.